cosas de noche

A veces pasa, tal vez sea por una cuestión de trabajo nocturno, otras porque nada en mi cabeza se queda quieto, ni siquiera cuando duermo... No lo sé, a veces pasa, a veces creo que conecto con una parte de mi cuerpo que, en verdad, no es otra cosa que una fábrica de químicos que no funcionan y no me hacen dormir.
Otras veces pasa que, mientras veo la tele, escucho un murmullo en mi cerebelo que está dando vueltas una y otra vez sobre alguna situación, repasando y repasando esa red de neuronas que, si no duermen, no se curan...
Entonces caigo: nada se cura, nada cambia, nada muere ni está roto. Apenas yo, otra vez yo, dos veces yo, para acomodarme entre el edredón y una sábana arrugada, buscando ese perfume que ya no tengo, que ya no me queda...
A veces pasa... me siento horas enteras mirando hacia dentro, mirando a ese tipo que creció conmigo, que creyó en verdad que era una buena idea seguir adelante, alimentar pecados, aunque tuviera esa terrible y extraña carencia de sentir...

A veces pasa, la noche es noche mientras no salga el sol... nada cambia, porque yo no cambio...
Yo soy igual que siempre, sólo que un poco más lejos, un poco más solo...