Am...?
estoy
escribiendo, al fin, luego de “miles” de años… Y cuando dejo pasar tanto tiempo
es porque, tal vez, escriba algo verdaderamente significativo… cierto… o lleno
de algún mensaje que pueda evitar el equilibrio estúpido de este universo… pero
pasa que, de pronto, a mis espaldas, oigo un ruido… leve, casi taciturno… es mi
gato, con su somnoliento pis felino de las 3 A.M.
por el
contrario, nada en mi mente se va al carajo…
muy a la
inversa, todo comienza a cobrar cierto sentido… y yo no hago más que estirar
los dedos para intentar, al fin, sacar de mi agenda esa tarea pendiente:
llamarte.
lo
quiero hacer, incluso marco los primeros dígitos… Luego me detengo, y una
amargura de idiota se queda en mi pecho…
Largo
rato, se queda,
en mi
pecho
la amargura
idiota …
Hace que
mis ojos quieran atravesar los cristales de la ventana… Que esta carne marcada
y llena de tinta deposite su obscenidad de biblioteca, al fin, a los pies del
puto camión de Lipassam que limpia la calle…
Pero no
lo hago… me contengo… callo. no golpeo las teclas.
estiro
los ojos.
abro mis
dedos.
Observo
la majestuosa vista de la Giralda a unos kilómetros de mi casa… y tal vez por
ahí consiga expresarte el motivo de por qué no estuve a tu lado mientras te
ibas…
nada.
una
mierda. todo es mentira.
te fallé…
otra vez, otro año…
salvo
que esta vez
de ahora
en más,
ya no
puedo volver a llamarte
y
decirte cuánto lo siento.
me
enciendo un cigarro… bebo otro sorbo a tu salud
me fijo
cómo van las descargas de pelis
y hago como
que me olvido de todo.
Comentarios