Inmoralidad...

Las siete de la noche... oigo una canción que me abruma al recordar que te estoy olvidando.
Y, la verdad, a veces parece fácil, porque nadie usa tu perfume, nadie habla como vos, ni suelta esos largos silencios que nos acostaban cada noche. Esas noches donde éramos dos solitarios, presintiendo el paso de todo a nuestro alrededor, como una gran caída.
Parece no muy complicado, decía, olvidarme de vos, dejarte de lado, tus ruidos y tus muecas no se repiten por ahí, nadie infla los cachetes, ni mira la tele de costado, ni tu modo de mandarme a la mierda, de pedir lo que quiero darte. Ni nadie me pone tan tenso, nadie olvida todo lo que es imprescindible u obvio. Tampoco he vuelto a comer arroz con pollo, ni nadie se ha entregado a dormir en mis brazos... Nunca entendí cómo podías quedarte dormida en el caos que soy yo...Y además...
Además...
Mierda, ahora caigo: entiendo cómo el tiempo me hizo cruzar su océano porque, incluso hoy, a las siete de la tarde, de muchos meses después, veo que te sigo encontrando única...

Comentarios

Entradas populares