Tapado...

No llego a verme, ni a distinguirme, pero ese gemido que se ahoga, ese dolor que corrompe parte de tus lágrimas, soy yo. Y mis ojos no ven, porque temen que no aparezcas.

Es fácil escribirme ahora, enojado con el tiempo, la distancia, y odiando saber lo que iba a pasar... Lo difícil es entenderme.

Estoy tapado, con los ojos en blanco, y todo el norte que tengo son un par de frases vulgares, que rondan en mi cabeza, todo el puto tiempo. Y si les pregunto algo a mis voces, me ignoran, no les importa, me bastardean, me dejan solo en ese colchón sucio, muerto y destrozado de nosotros.

Y quiero gritar, pero mi propio gemido me da verguenza, en la soledad, incluso, me niego a esa luz que podría haber evitado saber que iba a terminar con tanto miedo como aliado.

El grito no sale, estoy tapado por una estúpida negación a la paciencia, quiero que ya se acabe esto, y que las voces callen, al fin, una vez. Y me tortura no poder decir que no quiero más golpes al alma...

Abro los ojos, estoy sudado, solo en cuarto oscuro, que es de otro, y reconozco mi voz, maligna, susurrándome al cuerpo: "Todo pasa, soy nadie, soy ningún lugar"

Estoy tapado, nadie me ve, porque nada veo... y estoy entre todos...

y mi tercer ojo gime desesperado: te espero.