Confabular...

Este compendio de tristezas lo pude catalogar confabulando, construyendo un mapa en mi cuerpo, con delgadas agujas que no se saben tu segundo nombre, pero lo aprendieron al nadar en mi sangre...
Esta batalla, que llevo adelante en cada paso que doy, no consigue matarme; y eso es un grave indicio de que voy perdiendo en serio.

Esta lucha, que me acompaña de tarde de noche y de mañana, dice a cada persona que huele abismo en mis ojos, que alguna vez encontré sentido a seguir el rumbo de los que no olvidan, o que al menos encontré la versión perfecta de pasar una noche sin miedo a que aparezcas en sueños, y por la mañana ese sueño se convierta en pesadilla, cuando deba entender que te has marchado...
Este vacío avisa a mi memoria que el dolor más profundo ya no puede ahogarse con una botella referenciando una ventana, con un trago amenizando la caída, con un húmedo placer en otra boca que me hable de tu cuerpo.
Estos recuerdos de canciones tristes, poemas abandonados en la miseria de un cuarto sucio, dicen penar a los abrazos perdidos en los abrazos de la nada, a los brazos cortados de una juventud lejana, de una madurez ahogada, de una ancianidad sabiendo que tu cercanía está más lejana que nunca...
Estas líneas que practiqué cien veces esta mañana, estas ideas que se disfrazan de páginas abandonadas, quieren llevarme de nuevo hasta el cauce de aquel río tuyo que una vez se supo plagado de muertes, y aves hermosas con alas cortadas, y peces que nacieron para nadar contra la corriente...
Este final de historia mal narrada me habla de lo mucho que siento no poder olvidarte, ni poder entregar las cartas que oculté todas las noches que no llegaste, porque te dibujé en la cara un viejo mapa que conduce a otros desiertos, menos áridos y menos lluviosos que los que me gobiernan...
En resumen: estas letras se construyeron con la inmortal tristeza que me produjo saber, una tarde, que nunca dejarías de ser mía, ni que nunca conseguiría no recordar tu mirada profunda, porque mi carne, mi sangre, mis tatuajes, se niegan a pagar por todo lo que he callado, por todo lo que he perdido.

(Modelo: Femenina Gala... Silvina Pachelo, de nuevo modelo de...)